sábado, 30 de junio de 2012

EL CURIOSO CASO DE EDUARD MORDRAKE


Edward Mordrake, el hombre con dos rostros

Edward Mordrake era un inglés que tenía un rostro extra en la nuca.
De acuerdo a las historias que se cuentan de él, el rostro no podía hablar ni comer, pero podía reír y llorar.
Edward suplicó a los médicos que le extrajeran este gemelo demoniaco porque, supuestamente, le susurraba cosas horribles en la noche, pero ningún médico se atrevió a intentarlo.
Edward cometió suicidio a la edad de 23 años.

En él se dice que Edward Mordrake era heredero de una familia noble de Inglaterra, su gemelo parásito era en realidad ella y hasta se escribió una opera con su historia llamada "Poor Edward".

Además encontré este otro relato:

“Una de las historias más raras así como de las más melancólicas de la deformidad humana es la de Edward Mordrake, quien iba a ser el heredero de una de las familias más nobles de Inglaterra. Sin embargo nunca reclamó el título y se suicidó a los veintitrés años. Vivía en un retiro absoluto, evitando las visitas incluso de los miembros de su familia. Era un joven de grandes conocimientos, un buen estudiante y un músico de rara habilidad. Su figura era remarcable por su gracia natural, y su rostro –su rostro natural- era como el de Antinoo. Pero en la parte de atrás de su cabeza había otra cara, la de una chica muy guapa, “adorable como un sueño, atroz como un demonio”. El rostro femenino era una mera máscara, “ocupando sólo una pequeña zona de la parte posterior del cráneo, aunque mostrando signos de inteligencia de aire maligno”. Se la había visto sonriendo y burlándose mientras Mordrake lloraba. Sus ojos seguían los movimientos del espectador, y sus labios se movían sin cesar. La voz era inaudible pero Mordrake aseguraba que durante la noche no podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su “gemela diabólica” como él la llamaba, “que nunca duerme, pero que me habla de tales cosas de las que sólo se oyen en el infierno. La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio – porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminéis del mundo, aunque yo muera”. Estas eran las palabras del desventurado Mordrake a Manvers y Treadwell, sus médicos. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la “cara demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.”



Pobre Edward
¿Has oído lo que dicen de edward?
En la parte de atrás de su cabeza
Tenía otra cara
Era la de una mujer
O la de una joven.
Decían que quitársela lo mataría
Así que el pobre edward estaba perdido

La cara reía y lloraba
Era su hermana gemela malvada
Por las noches ella le hablaba
De cosas solo mencionadas en el infierno
Era imposible separarlos
Encadenados juntos de por vida

Al final, la campana dobló por su condena
Alquiló unas habitaciones
Y se ahorcó con ella
De los barrotes del balcón
Algunos todavía creer que se liberó de ella
Pero yo la conocía muy bien
Y digo que le llevó al suicidio
Y se llevó al pobre Edward al infierno...

LEYENDA DE LA NINFA LUNA Y TRITON


Sucedió hace mucho, mucho tiempo, en lo que hoy es la isla de Rodas, bañada por el mar Egeo. Aquella era la morada de la ninfa Luna, bella y dulce, musa de poetas y artistas, habitante de un pueblo en el que todos la admiraban sin saber que les quedaba poco tiempo para disfrutar de su compañía.

Un día pasó por allí Tritón, rey de las aguas. Sus ojos eran de un azul intenso, como el mar que dominaba, su pelo negro, rizos que se enroscaban recordando los que se forman en la espuma del mar. Y quiso el destino, la historia o quién sabe, que sus ojos repararan en Luna, la ninfa de palidez destacada y rasgos limpios, suaves, quedando cegado por su belleza como tantos otros en el pasado habían quedado. Sin embargo, mientras otros enamorados habían aprovechado la fuerza con que Luna les había impactado para crear canciones, cuadros, historias, para extender su pasión a otros... Tritón no sabía quererla así. Pensaba en ella día y noche, la añoraba, la espiaba cuando era posible, imaginaba su voz, el sabor de sus besos, y todo él se volvía ira cuando pensaba que otros también disfrutaban mirándola y pensando en ella.


Un día, convencido de que sólo hacía falta que ella le conociera para que quedase prendada de él, se acercó... Pero pocas veces las cosas son tal como las imaginamos, y cuando llegó hasta ella alguien lo había hecho antes, robando el corazón de su bella ninfa Luna. Su nombre era Helios, dios del sol, aquel que iluminaba el mundo... y sumía el corazón de Tritón en la más profunda de las tinieblas. Sus esperanzas, desvanecidas, sus sueños, perdidos, sus deseos, burlados. La ira empezó a crecer en su interior, los celos le atormentaron en noches oscuras y la locura se fue haciendo un espacio en su mente cada vez mayor. Llegó un punto en que la tortura que sufría cada noche se le hizo insoportable, y la cordura fue reducida a un pequeño rincón, casi olvidada. Y una de esas noches de rabia y dolor enloquecidos, Tritón se dirigió hacia la morada de su amada Luna y empuñando una espada la mató de un certero golpe.Con él se apagó la rabia, y se vio Tritón ante el cuerpo muerto de su sueño. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que había hecho, y de cómo al darle muerte a ella se había matado a sí mismo... pues cuando no quedan sueños, no queda vida, y Luna se había convertido en su único sueño. Asqueado de sí mismo, se retiró de nuevo a las aguas, su antiguo dominio, y nunca más se aventuró en el territorio de los demás seres.


El alma de Luna, a su muerte, subió a los cielos (tal vez fueron los dioses que quisieron situarla en lo alto, a la mayor distancia posible del mar en el que Tritón se había refugiado), y una forma redonda apareció en la noche, pálida como había sido ella en vida. Su reflejo caería muchas veces sobre el mar, para que Tritón no olvidara el resultado de su ira descontrolada, viendo cada noche el rostro inerte de su amada en el espejo de las aguas. Y Tritón, según fue pasando tiempo y tiempo en las aguas, sin salir, fue siendo parte de ellas, hasta que al día de hoy se cree que son ya la misma cosa... y que cuando las olas rugen furiosas y chocan contra los acantilados una y otra vez, no es otra cosa que su furia al recordar eternamente que mató a su amada Luna, incapaz de perdonarse.

viernes, 29 de junio de 2012

MI NOVIA CELOSA


Un vídeo producido por Erick Betancourt
con la participacion de:
Majory Vega
Liseth Escobar
Gabriela Pazmiño
Andrea Nicolalde
Enrique Yépez

lunes, 4 de junio de 2012

BUSCO

Busco la aureola que
hay en tus ojos fríos.

Busco el aroma de  rosas
que expresen tu piel.

Busco la armonía que 
llegue a tus oídos sordos.

Busco la manera de 
llegar a tu alma herida.

Busco el camino correcto 
para que sigas tu destino.

Busco la temperatura exacta
para que sientas tu hogar.

Busco tu espíritu para
que seas aventurero.

Busco el sentimiento que 
toque tu oscuro corazón.

Busco la claridad para 
iluminarte a ti, Ángel.

Busco valentía para 
protegerte de ti misma.

Busco corazón para
entender tus sentimientos.

Por Gabriela Pazmiño